ReDaCcIoN
En un crucero por el Atlántico, el narrador y otros pasajeros retan a una partida a un arrogante campeón de ajedrez húngaro, de origen campesino, que ejemplifica la brillantez técnica especializada y al mismo tiempo la falta de humanidad y de un desarrollo global de la inteligencia. En el curso del juego, los retadores reciben la inestimable ayuda de un desconocido austriaco que huye de los nazis y que dice que a pesar de su aparente conocimiento del juego, lleva muchos años sin tocar una pieza de ajedrez. Gracias a este hombre consiguen quedar en tablas.